Portugal se encuentra en alerta volcánica V4. Concretamente la Região Autónoma dos Açores. Desde el 19 de marzo la isla de São Jorge, ha estado registrando miles de terremotos con una magnitud que oscila entre 1,9 y 3,3 (intensidad baja). Se calcula que sólo una ínfima parte han sido percibidos por las poblaciones locales. Mientras que los expertos vulcanólogos afirman que el riesgo de erupción volcánica es “real”, la isla lo tiene todo preparado por si se tiene que evacuar a los habitantes de las zonas más afectadas por los temblores.

El pasado 25 de marzo (viernes), los gobiernos de Portugal y España consiguieron en Bruselas, tras varias horas de reunión, que la Unión Europea diese el visto bueno para que considerase a la Península Ibérica como una “isla energética”. Seguro que a la mayoría de nosotros se nos escapan los detalles y la letra pequeña de ese acuerdo, pero lo que sí parece una realidad (y así se ha hecho público) es que ambos países podrán tomar medidas excepcionales que limiten el precio de la energía. Esto es una excelente noticia y un logro conjunto que muchos se han apresurado a calificar de “victoria iberista”. Desde luego no les falta razón.

Como iberistas no podemos estar más orgullosos de este logro. Ya no solo por el impacto positivo que pueda tener para sus ciudadanos, sino por el ejercicio de cooperación realizado entre ambos países. Esto no es la primera vez que ocurre. España y Portugal, dada la buena sintonía de ambos gobiernos, llevan tiempo trabajando juntos en diferentes materias. La “alianza energética ibérica” es solo otro ejemplo más en el que en Iberia se vislumbra convergencia.

El iberismo se cocina a fuego lento. Nadie se casa con nadie sin antes empezar a salir. La metáfora del matrimonio nos puede servir para explicar este romance ibérico que estamos viviendo. Portugal y España, llevan poco tiempo saliendo juntos. Démosle tiempo al tiempo. Empecemos creando sinergias y generando confianza mutua. Sólo desde los hechos concretos y con un trabajo constante podremos aspirar a llegar más lejos. Por eso desde IBERNEXUS, pese a navegar a menudo por la senda del iberismo con las luces largas, celebramos estas pequeñas (pero no menos importantes) victorias que allanan el camino de Iberia.

Iberia avanza. La tierra ruge.