Lo que pasó anoche en las andaluzas es un misterio político y sociológico que aún tenemos que desvelar. ¿Habrá Andalucía girado a la derecha? ¿Es imposible una nueva mayoría de izquierda? ¿Qué significa y que implicaciones tiene la mayoría absoluta de Moreno? Son cuestiones válidas que ayer se quedaron en el aire y que nadie o casi nadie logró darles respuesta. Es cierto que muchos analistas y tertulianos, basándose en suposiciones y teorías conspiratorias, dijeron que la victoria popular en la comunidad sureña se debió al efecto Feijóo y al desgaste político del PSOE y de Unidas Podemos, lanzando, así, la idea de un nuevo ciclo político. Señalo que ningún fue capaz de hacer un análisis claro y objetivo, sin tendencias ideológicas o políticas, así que vamos a los hechos.
La mayoría del PP Andaluz se debe única y exclusivamente a Juanma Moreno y los datos corroboran esta afirmación, pues haciendo un análisis cronológico inferimos que el presidente andaluz ya había empezado a lanzar los ejes de su mayoría absoluta. En el 30 de mayo de este año Moreno, en una intervención, marcaba las distancias con VOX y asumía que los de Abascal estaban en ruta de colisión con su proyecto renovador para Andalucía.
Al día siguiente el periódico SUR publicaba esta portada “El PP mira al centro y a la izquierda para llegar a los 50 escaños”, de la mano del periodista Héctor Barbotta, que ya revelaba un cambio del PP-A. Al leer el artículo vemos que Moreno reconoce la “mayoría de centro y centroizquierda” que hay en Andalucía y llega a decir que a mucha gente progresista le gusta que esté de presidente. Estas declaraciones son de finales de mayo, pero marcarían toda una campaña política en la cual el PP-A no se presentaría con eslóganes de “comunismo o libertad”, sino con otro amplio y transversal “Andalucía Avanza”. Podéis estar pensando “ya, pero eso no es señal de cambio o moderación por parte del PP”. Sería una duda justa, pero los datos son incontestables:
Página 87 del programa electoral del PP-A:
«En coordinación con el Instituto Andaluz de la Mujer, impulsaremos un protocolo de actuación en caso de violencia de género detectada en los centros de la Red Pública de Atención a las Adicciones, con derivación a recursos especializados.»
Página 92 del programa electoral del PP-A:
«En el ámbito de la violencia de género.
– desarrollaremos estrategias de salud integral coordinadas en todas las áreas de nuestra Comunidad.
– potenciaremos proyectos en las zonas rurales con acciones formativas sobre detección precoz y recursos existentes.
– continuaremos implementado la acreditación de centros sanitarios comprometidos con la violencia de género.
– difundiremos la aplicación ACTÚA, Atención Sanitaria al Maltrato. «
Moreno no le compra a VOX su guerra cultural alejándose, así, de Ayuso o, incluso, de Mañueco. Una agenda social que reconoce la violencia de género y que presenta medidas claras, y esto se nos lo enseña el programa, abre las puertas a un nuevo PP, uno que no se arrincona a la derecha, sino que busca la supremacía y transversalidad políticas. Os doy otro ejemplo más:
Página 118 del programa electoral del PP-A:
«Vamos a promover 6.000 nuevas viviendas a precios asequibles:
– 3.000 nuevas viviendas en Alquiler Asequible, a través de los Fondos Next Generation y el nuevo Plan Estatal de Vivienda. En 2023, 2024 y 2025 vamos a comprometer 1.000 viviendas más cada año del programa de Fomento del alquiler, de las que en 2022 ya comprometimos 1.000 nuevas viviendas.
– A las anteriores, hay que añadir las que la iniciativa privada promueva en venta o alquiler VPO al amparo del Plan Vive en Andalucía.»
He de reconocer que implementar el Plan Estatal de Vivienda es un cambio radical que Moreno asume hacia a un modelo económico más social. Sin embargo, es excesivo decir que deja la derecha y su campo ideológico tirados, ya que el programa contempla una política económica liberal que contempla bajadas masivas de impuestos, hecho que beneficia a los que más ganan, el mejor ejemplo de ello es el Impuesto de sucesiones. Dicho programa en la página 119 promueve, también, la Oficina Antiocupación que desahucia los más vulnerables, sin alternativa habitacional.
Por ello, podemos ver que la política de vivienda del PP compagina, por un lado, una preocupación que sigue la línea del Gobierno central y, por otro, la agenda derechista que está en contra de la ocupación de pisos, incluso cuando éstos no tienen propietario asignado o están vacíos desde hace muchos años. Por esta razón ejemplifica el nuevo signo de la política de los populares andaluces.
¿Qué implicaciones tiene el resultado de anoche?
Como ya hemos visto Juanma deja arrinconado el conservadorismo retrógrado y abraza el socioliberalismo y los valores democristianos, en lo que toca a política social, como bases de su proyecto, lo que supone un refuerzo del ala más democristiano y social del PP, frente al mimetismo con VOX que Ayuso y Mañueco ofrecen.
En lo que toca a las demás formaciones políticas, más bien, Ciudadanos observamos que el partido naranja pierde todos sus escaños y es algo que vaticina el fin de la formación liberal. El hundimiento de los de Arrimadas se debe a su inutilidad política, en vista de que el PP se hace con el centro liberal y de que su campaña se basó en pactar con los populares sin marcar diferencias sustanciales. No obstante, Ciudadanos no fue el único de derechas a sufrir anoche, ya que los de Macarena Olona, pese a haber subido dos escaños, se quedaron lejos de los 21 conquistados por Cs en 2018 y de ser decisivos. Esto se debe, por ejemplo, a una campaña folclórica, a un programa que no era más que un panfleto de intenciones y un Juanma que logró ser el voto útil anti VOX, al decir que los de Abascal estaban en sus antípodas.
¿Y por la Izquierda?
El Partido Socialista tiene su peor resultado en 40 años, quizás por una campaña semejante a la de Moreno, un candidato nuevo que de tan semejante a Bonilla no logra definir un perfil propio y que estaba más preocupado en aglutinar el voto a su izquierda que a promover la centralidad de su candidatura. Hay que señalar que el PSOE-A durante muchos años logró ser un partido “común”, es decir, varias personas de diferentes tendencias se reconocían en su proyecto, hoy ya no es así. Es cierto que Susana Díaz abre la puerta del batacazo electoral del PSOE-A, cuando privatiza la sanidad pública, recorta en apoyos sociales, etc.. y pacta con Ciudadanos estas medidas y su investidura. También es cierto que Juanma sigue esta línea post susanista , o sea, promueve el sector privado en la sanidad y empieza por rechazar planes sociales robustos, pero lo hace con un aire renovado.
Las políticas de Juanma , o mejor dicho, el “juanmisno”, término por mi inventado, tendrá dos etapas, una que profundizó las políticas de Susana Diaz y fue más allá, y la que empieza ahora con un timón más amplio, social e, incluso, verde (“Medidas orientadas hacia una tributación consecuente con la protección del medio ambiente lo que unido a la revisión del marco de financiación sostenible en línea con la regulación europea y a la implantación del presupuesto verde impulsará la revolución verde. “(página 35, programa electoral)). Todo ello dificultó la candidatura socialista que no se autonomizó de las políticas del pasado.
En lo que toca a la izquierda del PSOE, o sea, Por Andalucía y Adelante Andalucía, os digo como votante de izquierdas que los resultados no me hicieron gracia alguna, pero es tiempo de autocrítica. La candidata Inma Neto era desconocida del público, empieza una campaña que va subiendo de tono y que termina bien, dado que su objetivo de pasar sus ideas, ser alternativa al PP e, incluso, al PSOE fue marcado con contundencia. Lo que falló fue el lio de la formación de la coalición y su elección para ser candidata. No obstante, hay que decir y de forma muy clara que la intransigencia de Teresa Rodríguez, para conseguir dos escaños, en crear un espacio andalucista, que si me permitís de andalucista tiene poco y de nacionalismo mucho, no se lo digo yo, sino Rodríguez cuando se compara con otras fuerzas de Galicia, Euskadi y Catalunya, contribuyó para la mayoría de Moreno. La división de voto a la izquierda fue nociva, veamos los datos: Por Andalucía (7,68%) y Adelante Andalucía (4,58%) suman 12,26% (casi tanto como VOX), pero cuando este porcentaje se traduce en escaños el valor es de siete, solamente. Unidas las candidaturas llegarían a una horquilla de 12-13 escaños y harían peligrar la mayoría de Moreno. ¡Hay que sumar sí o sí!
También advierto que hacer lecturas nacionales de estos comicios es un tanto arriesgado, porque la campaña política, los debates, las propuestas y los mismísimos candidatos apostaron por un transcurrir de campaña con un fuerte timón andaluz peleándose, en algunas ocasiones, para ver quien quería más a Andalucía. Estos son unos resultados andaluces y no del conjunto de España.
En definitiva, el PP de Moreno demuestra que se frena a VOX a través de la moderación, la izquierda tiene el deber de unirse en torno de un proyecto plural y renovador, Ciudadanos ya cerró la puerta, el PSOE tendrá que renovar la socialdemocracia andaluza y VOX ha sufrido su primer freno.
En política hay que saber posicionarse, ser crítico y objetivo y espero haberos dado una visión de los hechos lo más amplia posible, real y verdadera, pero sin olvidarme de mis valores y creencias.